jueves, agosto 21, 2008
Manuel P. y su quimera de amor
Hoy he despertado junto a un joven desconocido.
Dicen que borracho uno no se da cuenta de lo que hace, que "se puede todo" y después, olvida; pero yo no me lo creo, y no me lo creo porque recuerdo con exactitud los detalles de este sueño de verano, un sueño de caricias, temblores y picos de excitación; una quimera de amor.
Me acosté borracho y solo, pero hoy he despertado acompañado de un joven de unos veinte años.
Desconocido
Dicen que borracho uno no se da cuenta de lo que hace, que "se puede todo" y después, olvida; pero yo no me lo creo, y no me lo creo porque recuerdo con exactitud los detalles de este sueño de verano, un sueño de caricias, temblores y picos de excitación; una quimera de amor.
Me acosté borracho y solo, pero hoy he despertado acompañado de un joven de unos veinte años.
Desconocido
Comments:
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Me gusta mucho este párrafo,pero creo que ganaría quitándole la frase dle principio y dejando tan sólo la del final.
A mí me pasó que me acosté sobria, me desperté varias veces por la noche aterrorizada, sudando y con temblores. Al levantarme por la mañana tenía una resaca tremenda que sé que no se me pasará hasta que dentro de un rato coma un plato de espaghettis con tomate y me eche una buena siesta. Yo siempre me acuerdo, voy pasando las páginas de la borrachera de una en una, realmente me gustaría arrancarcarlas y quemarlas, pero así las afronto de la misma manera que se lee un texto escrito el día anterior en vísperas del sueño, en ese estado de seminconsciencia tan parecido a una borrachera. Y es que veces te sorprendes.
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A mí me pasó que me acosté sobria, me desperté varias veces por la noche aterrorizada, sudando y con temblores. Al levantarme por la mañana tenía una resaca tremenda que sé que no se me pasará hasta que dentro de un rato coma un plato de espaghettis con tomate y me eche una buena siesta. Yo siempre me acuerdo, voy pasando las páginas de la borrachera de una en una, realmente me gustaría arrancarcarlas y quemarlas, pero así las afronto de la misma manera que se lee un texto escrito el día anterior en vísperas del sueño, en ese estado de seminconsciencia tan parecido a una borrachera. Y es que veces te sorprendes.
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