miércoles, abril 16, 2008
Cuánto tiempo hacía que no me dejaba ver yo por estas páginas. No sé siquiera cuántos de vosotros seguiréis, de vez en cuando, asomando la cabeza. Pero, por si acaso no perdisteis las buenas costumbres, os dejo -por lo menos a los que os interesa la poesía- este curioso enlace:
http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=name.php&letra=a
http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=name.php&letra=a
domingo, abril 13, 2008
A mi Concentración
P. dice que no colaboras.
J. que no acudes a sus llamadas.
N. que te tiene que ir a buscar a tu casa.
Bailas debajo del paraguas y sonríes.
Escondes la cara cuando te enfoco
y mueves los brazos para parecer borrosa.
La cuerda se balancea desde el tejado
y ya nada puedes esconder que podamos
negar tres días después,
antes del canto del gallo.
Cada día es menor la distancia que nos separa.
Cantamos en la oscuridad,
acurrucados.
J.M.
J. que no acudes a sus llamadas.
N. que te tiene que ir a buscar a tu casa.
Bailas debajo del paraguas y sonríes.
Escondes la cara cuando te enfoco
y mueves los brazos para parecer borrosa.
La cuerda se balancea desde el tejado
y ya nada puedes esconder que podamos
negar tres días después,
antes del canto del gallo.
Cada día es menor la distancia que nos separa.
Cantamos en la oscuridad,
acurrucados.
J.M.
viernes, abril 04, 2008
La sucesión de Fibonacci en la naturaleza
Kauffman, Stuart
Coge una piña y cuenta las hileras espirales de escamas.
Podrás descubrir 8 espirales enrollándose hacia la izquierda y 13 espirales que se enrollan hacia la derecha, o bien 13 hacia la izquierda y 21 hacia la derecha, u otras parejas de números. Lo más impactante es que estas parejas de números serán adyacentes en la famosa sucesión de Fibonacci: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21… En ella, cada término es el resultado de la suma de los dos términos previos. El fenómeno es bien conocido y se conoce por filotaxis. Muchos han sido los esfuerzos dedicados por los biólogos a tratar de entender el por qué las piñas, los girasoles y otras plantas varias muestran este notable patrón. Los organismos hacen las cosas más extrañas, pero todas estas cosas inusuales no necesitan del reflejo de la selección, o de un accidente histórico. Varios de los mejores esfuerzos encaminados a entender la filotaxis apelan a una forma de auto-organización. Paul Green, en la Universidad de Stanford, argumentó persuasivamente que la serie de Fibonacci es simplemente la que uno esperaría encontrar, por ser uno de los patrones auto-replicantes más sencillos en poder ser generado por los procesos particulares del desarrollo en los tejidos de las puntas en crecimiento que forman los girasoles, piñas, y demás. Al igual que un copo de nieve y su simetría de seis pliegues, las piñas y su filotaxis pueden ser parte de un “orden gratuito“.
Stuart Kauffman Obra: At Home in the Universe, Oxford University Press, 1995, p 151.
Visto en A Short Dictionary of Science Quotations
Sin frenos
Cada vez que pienso en ti algo hierve aquí dentro
cada día repito sangre los mismos corrosivos pasos
corazones petrificados vasos casi vacíos solamente
las llamadas amadas no y kilos de angustias sobreseídas
bruma fuerte salida de cerca de mi camisa entre piel
alegre sólo no intermitentemente salvado y fruto
dejas de estar minutos de sueños frecuencia untada tu
quejido diametral y emerge la boca que adivino
imagen unificada con la vida dada de sí tantas veces
froto capas de recuerdo infértil sosegado hastío si
tus pies visibles en parte calzan espacios de aire seco
y las buenas nubes florecen en mis dedos gimen arriba
descarga líquida de rabia gas retorcido huesos son
el cuerno de mi frente saluda gigante de superficie
salada cabeza agrio enjambre apegado a la quimera sorda
jabón que oculta derrotas encerradas en burbujas
cada vez realidad mas fiera verbo trueno sin ser Sol
dentro de esto suena eco deseo largo y voz tirada palabra
canto solo febril huevo ahora de sombra fuego fatuo
fantasma de soledad que no deseo vistas de acantilados
rememorar los engaños auto-inflingidos obras griegas
bravo el coraje desmedido espíritu exaltado ¿y qué?
un paso tras otro dedos cada cabello enredados desnudos
la descripción de luchas enajenadas por plegarias
experiencia al servicio del polvo del camino cortado
dolores en comparación a esquinadas puñetas de sombra
dolores que separan territorios valles verdes sin ríos
y las latitudes diáfanas desde donde caemos atrás quedan
caídas que ni pienso recitar poblado de susurros
ni escapar caliente envuelto en sucedáneos perfectos
la exactitud de mi nostalgia salvaje ninfómana específica
calor emanas helado furioso borrado el sudor es
tiempo de amplitud no de bosques parados a la frescura
ardiendo en tu simple augurio inútil todo uso inmediato
nada para mi estamos temblores mundos alejados.
J.M.
cada día repito sangre los mismos corrosivos pasos
corazones petrificados vasos casi vacíos solamente
las llamadas amadas no y kilos de angustias sobreseídas
bruma fuerte salida de cerca de mi camisa entre piel
alegre sólo no intermitentemente salvado y fruto
dejas de estar minutos de sueños frecuencia untada tu
quejido diametral y emerge la boca que adivino
imagen unificada con la vida dada de sí tantas veces
froto capas de recuerdo infértil sosegado hastío si
tus pies visibles en parte calzan espacios de aire seco
y las buenas nubes florecen en mis dedos gimen arriba
descarga líquida de rabia gas retorcido huesos son
el cuerno de mi frente saluda gigante de superficie
salada cabeza agrio enjambre apegado a la quimera sorda
jabón que oculta derrotas encerradas en burbujas
cada vez realidad mas fiera verbo trueno sin ser Sol
dentro de esto suena eco deseo largo y voz tirada palabra
canto solo febril huevo ahora de sombra fuego fatuo
fantasma de soledad que no deseo vistas de acantilados
rememorar los engaños auto-inflingidos obras griegas
bravo el coraje desmedido espíritu exaltado ¿y qué?
un paso tras otro dedos cada cabello enredados desnudos
la descripción de luchas enajenadas por plegarias
experiencia al servicio del polvo del camino cortado
dolores en comparación a esquinadas puñetas de sombra
dolores que separan territorios valles verdes sin ríos
y las latitudes diáfanas desde donde caemos atrás quedan
caídas que ni pienso recitar poblado de susurros
ni escapar caliente envuelto en sucedáneos perfectos
la exactitud de mi nostalgia salvaje ninfómana específica
calor emanas helado furioso borrado el sudor es
tiempo de amplitud no de bosques parados a la frescura
ardiendo en tu simple augurio inútil todo uso inmediato
nada para mi estamos temblores mundos alejados.
J.M.