sábado, junio 16, 2007

 

Tres Microrelatos

Cuando se tumba, siempre es otra.
Entonces voy rápidamente por una cerveza.

***
La lavadora acabó su programa, al fín. Helena la abrió en cuanto saltó el seguro de la puerta.
El reloj de bolsillo se había detenido a las seis.

***
El borracho se acercó galante a la mujer, con voz pastosa le dijo cerca del oido " tu mano es un duelo de estrellas" y vomitó sobre su vestido.
M.

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